La arquitectura modular ha cobrado una gran relevancia en el sector hotelero desde la pandemia, y en 2025 se consolida como una de las soluciones más prácticas y sostenibles para nuevos proyectos de hospitalidad. Al tratarse de estructuras prefabricadas en fábrica y ensambladas in situ, se reducen tiempos de construcción, se optimizan recursos y se minimiza el impacto en el entorno.
En destinos turísticos de alta demanda como Baleares, Canarias o los Alpes suizos, los nuevos alojamientos tipo cápsula, ecolodges o villas de lujo están optando por esta modalidad, que permite personalizar los módulos sin comprometer la eficiencia del proceso. Esto también facilita la movilidad de las estructuras en caso de cambios de uso o normativas.
Además, la arquitectura modular ofrece ventajas medioambientales importantes: genera menos residuos, permite mejor control energético y promueve el uso de materiales reciclables. Esto la convierte en una opción especialmente valorada por los nuevos viajeros, más conscientes del impacto de sus decisiones y deseosos de apoyar alojamientos sostenibles.
Estudios como Koto Design, Ten Fold Engineering o los españoles Abaton están a la vanguardia de esta tendencia, colaborando con promotoras turísticas que buscan unir diseño, confort y responsabilidad ambiental. El resultado es una nueva generación de espacios hospitalarios inteligentes, flexibles y en armonía con la naturaleza.